Gustavo Duch*
Cuando se está llevando a cabo la cosecha número 20 de soya transgénica en el Cono Sur, la organización Grain aporta 20 razones para exigir su prohibición:
1. Porque
es delincuente. Su cultivo fue autorizado por un organismo, la Comisión
Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria, a partir de un
expediente de 136 folios, de los cuales, 108 fueron aportes de Monsanto,
la empresa creadora de esta nueva semilla.
2. Porque
es monótona. Con un ejército de tractores, la invasión de la soya
significó el nacimiento de una nueva república. La república unida de la
soya, con más de 54 millones de hectáreas, repartidas entre Paraguay,
Bolivia, Argentina y Brasil, donde sólo se cultiva soya; donde no hay
espacio para más vida.
3. Porque es un golpe de
Estado. En esta república gobiernan ininterrumpidamente Monsanto y otras
corporaciones del sector soyero, como Syngenta o Cargill.
4. Porque viste
uniforme. Y, acariciando sus anillos mágicos, dicta leyes. Quien
controle la semilla única se lucrará por sus ventas y por su uso,
incluso en los casos en que el productor o productora guarde semillas
para los años siguientes.
5. Porque es una
dictadura. Las corporaciones mandamases cuentan, también, con el apoyo
de medios de comunicación contrarios a la libertad de expresión y a
cualquier debate sobre los impactos del modelo.
6. Porque
monopoliza. Con la implantación impuesta del monocultivo de soya, día a
día fue aumentando la concentración de la tierra en pocas manos.
7. Porque
vacía. Y forzó a la desposesión y al éxodo de cientos de miles de
campesinas y campesinos que dejaban atrás su capacidad de producir
alimentos para la población local.
8. Porque
enferma. El superpoder mutante con el que nace esta semilla de ciencia
ficción es la inmortalidad frente a un veneno inventado por el propio
Monsanto, el glifosato. Su uso no ha dejado de crecer y, cual lluvia
persistente, sobre estas tierras caen cada año más de 550 millones de
litros de este herbicida clasificado como probablemente cancerígeno por
la Organización Mundial de la Salud.
9. Porque
mata. Porque sembrando estos cultivos, brotaron los pueblos fumigados
donde el incremento del uso de venenos en general, y del glifosato en
particular, es causa de muchas enfermedades. Y de la enfermedad de la
muerte.
10. Porque remata. Y quienes se han ido oponiendo al avance de este río de lava inanimada han sido perseguidos y asesinados.
11. Porque
no es de fiar. La inocuidad de la soya transgénica en la alimentación,
con su glifosato como aliño, nunca ha sido demostrada.
12. Porque
es carnívora. Aunque la soya no coma carne, su producción masiva es
determinante para la expansión de la ganadería industrial y la
producción de carne barata en todo el planeta, con todos sus graves
impactos ambientales, sanitarios, en el clima y en la salud a escala
global. A más ganadería industrial, más desaparición de pequeñas granjas
sostenibles y orientadas a las economías locales.
13. Porque
engorda. La soya, junto con el aceite de palma y el azúcar son las
materias primas estrellas en los alimentos procesados. No se come
fresco, no se come verde, no se come sano.
14. Porque
es desierto. La expansión de los cultivos de soya, hachazo tras
hachazo, ha acabado con millones de hectáreas de bosque nativos en todo
el Cono Sur.
15. Porque sustituye. Al avanzar la
soya, la ganadería se desplaza hacia otros ecosistemas mucho más
frágiles, en ocasiones territorios de pueblos originarios, con
consecuencias gravísimas sobre los mismos.
16. Porque
esteriliza. Esta agricultura, sin bisturí, abre la tierra en canal para
despojarle de sus nutrientes, y ya nunca más podrá parir.
17. Porque
asfixia. Finalmente, toda la cadena de la soya –su cultivo, su
transporte, su uso– tiene un enorme impacto en el incremento de la
emisión de gases de efecto invernadero.
18. Porque
es mediocre. La tecnología de este cultivo transgénico ha fracasado
desde el punto de vista agronómico con el surgimiento malezas
resistentes al glifosato, obligando al aumento de su uso y al de otros
herbicidas.
19. Porque simplifica. De hecho, la tecnología de la transgénesis es una traición a la complejidad de los sistemas genómicos.
20. Porque
engaña. Y si su supuesto beneficio era la mayor productividad, está
demostradísimo que los cultivos de soya transgénica no producen más que
los cultivos de soya convencional. *
Revista
Soberanía Alimentaria. Autor de No vamos a tragar.
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